El Papa en la Biblia

#1
Vamos a ver quien tiene autoridad en la Iglesia:

Hch 1:14 Todos ellos perseveraban en la oración, con un mismo espíritu en compañía de algunas mujeres, de María, la madre de Jesús, y de sus hermanos.
Hch 1:15 Uno de aquellos días Pedro se puso en pie en medio de los hermanos - el número de los reunidos era de unos ciento veinte - y les dijo:
Hch 1:16 «Hermanos, era preciso que se cumpliera la Escritura en la que el Espíritu Santo, por boca de David, había hablado ya acerca de Judas, el que fue guía de los que prendieron a Jesús.
Hch 1:17 Porque él era uno de los nuestros y obtuvo un puesto en este ministerio.
Hch 1:18 Este, pues, compró un campo con el precio de su iniquidad, y cayendo de cabeza, se reventó por medio y se derramaron todas sus entrañas. -
Hch 1:19 Y esto fue conocido por todos los habitantes de Jerusalén de forma que el campo se llamó en su lengua Haqueldamá, es decir: "Campo de Sangre" -
Hch 1:20 Pues en el libro de los Salmos está escrito: Quede su majada desierta, y no haya quien habite en ella. Y también: Que otro reciba su cargo.
Hch 1:21 «Conviene, pues, que de entre los hombres que anduvieron con nosotros todo el tiempo que el Señor Jesús convivió con nosotros,
Hch 1:22 a partir del bautismo de Juan hasta el día en que nos fue llevado, uno de ellos sea constituido testigo con nosotros de su resurrección.»
Hch 1:23 Presentaron a dos: a José, llamado Barsabás, por sobrenombre Justo, y a Matías.
Hch 1:24 Entonces oraron así: «Tú, Señor, que conoces los corazones de todos, muéstranos a cuál de estos dos has elegido,
Hch 1:25 para ocupar en el ministerio del apostolado el puesto del que Judas desertó para irse adonde le correspondía.»
Hch 1:26 Echaron suertes y la suerte cayó sobre Matías, que fue agregado al número de los doce apóstoles.

Vemos en el primer versículo que incluso estaba María, la madre de Jesús. Los hermanos referidos en este primer versículo citado no es de ningún hijo biológico de María, porque mirá que son más de 120, ojo. No vaya alguno a venirme con que es mitad coneja María. Ojo. Vale la pena aclarar el punto.

Después,Pedro es quien indica de designar un sucesor que ocupe el lugar vacante y la suerte recae sobre Matías. La iniciativa es de Pedro, el resto acata., y esta cuestión no es que es para que quede en un número de 12 los Obispos, pues eran más de 120 hermanos, más de uno de los mismos terminó siendo Obispo posteriormente, incluso San Pablo en su momento. Es decir, la cantidad nunca quedó fijada en 12. Sino que al contrario, debía no achicarse, sino ser cada día un poco mayor esa cantidad

Tenemos una sucesión. Hay una sucesión. Pedro como Cabeza sustituta tomó la palabra y designó a alguien que ocupe una "vacante" por la reciente "retirada" mediante suicidio de Judas Iscariote. Quiere decir que la VERDADERA IGLESIA QUE CRISTO FUNDÓ tiene sacerdotes, tiene Obispos, pue hay una sucesión. Y si tiene Obispos, y tiene presbíteros, éstos responden a una Cabeza, aunque esta sea sustituta, Cristo mismo fue quien tomó esa decisión.
¿Alguno puede decir lo contrario?
Te diré de antemano que no.


1Ti 5:19 No admitas ninguna acusación contra un presbítero si no viene con el testimonio de dos o tres.

San Pablo dice que hay presbíteros, no todos son Obispos, hay presbíteros. Si una acusación le indicaba Pablo a Timoteo que no le de trascendencia si la misma procedía de una sola persona, en forma individual y sin respaldo alguno. Quiere decir que para reprender a un presbítero de esa forma, Timoteo era Obispo también. No nos quedamos ni con Matías ni con Pablo entonces. Hubo más.

También en el mismo pasaje seguimos con lo siguiente:

1Ti 5:20 A los culpables, repréndeles delante de todos, para que los demás cobren temor.
1Ti 5:21 Yo te conjuro en presencia de Dios, de Cristo Jesús y de los ángeles escogidos, que observes estas recomendaciones sin dejarte llevar de prejuicios ni favoritismos.
1Ti 5:22 No te precipites en imponer a nadie las manos, no te hagas partícipe de los pecados ajenos. Consérvate puro.

Es decir, Timoteo, confirmamos que era Obispo, pues está hablando de presbíteros (sacerdotes) y el mismo, imponía las manos a las personas para que reciban el poder del Espíritu Santo acorde a la clase clerical que es un sacerdote, o bien, un diácono.

Por ahí alguno dirá que no. Que Timoteo está en la Biblia y ahi quedó todo, Pablo también. Vemos otro caso entonces.

Tit 1:5 El motivo de haberte dejado en Creta, fue para que acabaras de organizar lo que faltaba y establecieras presbíteros en cada ciudad, como yo te ordené.

Caso Tito, Pablo le había indicado a Tito, que establezca presbíteros en cada ciudad, Es decir. Tito era también un Obispo. Debemos recordar que estas son cartas personales, de recomendaciones, Pablo nunca dejó de ser un entendido de la Ley, su palabra era bien escuchada por todos, por hablar con toda propiedad en innumerables ocasiones.

Tenemos que los Obispos (sucesores de los Apóstoles) no quedaron en 12, que hubo más de 12 por ende, porque al menos tenemos a Pablo, a Tito y a Timoteo como tales. Que cada uno ordenó presbíteros y disponía de los mismos para establecer al menos 1 en cada ciudad que era evangelizada.

El Papa entonces, que no deja de ser un Obispo, porque desde Pedro al día de la fecha, el Papa es Obispo de Roma, tiene una sucesión como tal, hasta que Él venga. Ocupa un lugar, dispuesto por Cristo mismo. Está en la Biblia.


Mat 16:14 Ellos dijeron: «Unos, que Juan el Bautista; otros, que Elías, otros, que Jeremías o uno de los profetas.»
Mat 16:15 Díceles él: «Y vosotros ¿quién decís que soy yo?»
Mat 16:16 Simón Pedro contestó: «Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo.»
Mat 16:17 Replicando Jesús le dijo: «Bienaventurado eres Simón, hijo de Jonás, porque no te ha revelado esto la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los cielos.
Mat 16:18 Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.
Mat 16:19 A ti te daré las llaves del Reino de los Cielos; y lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos.»
Mat 16:20 Entonces mandó a sus discípulos que no dijesen a nadie que él era el Cristo.


Si le dice tu eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, no está refiriendo a Pedro como PIEDRA FUNDAMENTAL que es Cristo, sino como una piedrita, que dirigirá la Iglesia hasta que Él retorne.
Si dice "y lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos" lo cual remite a los DOGMAS DE FE, que no todo es DOGMA EN SI, sino que los dogmas son escasos, no llegan 50, son cuestiones básicas de la Fe Cristiana. ¿O alguno referirá estaba hablando Cristo con él mismo?
Si Cristo decía lo que desates quedará desatado, refiriendose a lo que él desataba quedaba desatado, no tiene mucho sentido que se haya expresado así. Meditalo, digerilo. Y cualquiera, a disposición.


¿De dónde viene esto? Ya estaba anunciado en el Antiguo Testamento:

Isa 22:15 Así habla el Señor de los ejércitos: "Ve a encontrarte con ese intendente, Sebná, el mayordomo de palacio,
Isa 22:16 que talla su sepulcro en la altura y se cava una morada en la roca. ¿Qué tienes y a quién tienes aquí, para tallarte aquí un sepulcro?
Isa 22:17 Mira que el Señor te arroja de un solo golpe, hombre fuerte; te envuelve bien envuelto,
Isa 22:18 te ata fuerte como un ovillo y te arroja como una bola a un país de vastas dimensiones. Allí morirás, y allí irán a parar los carruajes que eran tu gloria, ¡tú, deshonra de la casa de tu señor!
Isa 22:19 Yo te derribaré de tu sitial y te destituiré de tu cargo.
Isa 22:20 Y aquel día, llamaré a mi servidor Eliaquím, hijo de Jilquías;
Isa 22:21 lo vestiré con tu túnica, lo ceñiré con tu faja, pondré tus poderes en su mano, y él será un padre para los habitantes de Jerusalén y para la casa de Judá.
Isa 22:22 pondré sobre sus hombros la llave de la casa de David: lo que él abra, nadie lo cerrará; lo que él cierre, nadie lo abrirá.
Isa 22:23 Lo clavaré como una estaca en un sitio firme, y será un trono de gloria para la casa de su padre.
Isa 22:24 De él estará suspendida toda la gloria de la casa de su padre: retoños y gajos, todos los vasos pequeños, desde las tazas hasta las vasijas de todas clases.
Isa 22:25 Aquel día -oráculo del Señor de los ejércitos- cederá la estaca clavada en un sitio firme, se quebrará, caerá, y la carga que estaba sobre ella será destruida, porque ha hablado el Señor.


Las llaves de la casa de David, por lo tanto, las tiene un Mayordomo, al que le llamamos Papa. Hasta el retorno del Rey (2da Venida).

Por último:

Hch 5:34 Pero un fariseo, llamado Gamaliel, que era doctor de la Ley, respetado por todo el pueblo, se levantó en medio del Sanedrín. Después de hacer salir por un momento a los Apóstoles,
Hch 5:35 dijo a los del Sanedrín: "Israelitas, cuídense bien de lo que van a hacer con esos hombres.
Hch 5:36 Hace poco apareció Teudas, que pretendía ser un personaje, y lo siguieron unos cuatrocientos hombres; sin embargo, lo mataron, sus partidarios se dispersaron, y ya no queda nada.
Hch 5:37 Después de él, en la época del censo, apareció Judas de Galilea, que también arrastró mucha gente: igualmente murió, y todos sus partidarios se dispersaron.
Hch 5:38 Por eso, ahora les digo: No se metan con esos hombres y déjenlos en paz, porque si lo que ellos intentan hacer viene de los hombres, se destruirá por sí mismo,
Hch 5:39 pero si verdaderamente viene de Dios, ustedes no podrán destruirlos y correrán el riesgo de embarcarse en una lucha contra Dios". Los del Sanedrín siguieron su consejo:


Lo que es de Dios, debió haber perdurado en el tiempo, es decir, hoy debe haber una sola Iglesia que Cristo fundó, y con un Papa (padre), el mayordomo del Palacio, quien tiene las llaves de la casa de David.




Figura del MAYORDOMO en el Antiguo Testamento




Gén 24:2 Abraham dijo al siervo más viejo de su casa y mayordomo de todas sus cosas: «Ea, pon tu mano debajo de mi muslo,
Gén 24:3 que voy a juramentarte por Yahveh, Dios de los cielos y Dios de la tierra, que no tomarás mujer para mi hijo de entre las hijas de los cananeos con los que vivo;
Gén 24:4 sino que irás a mi tierra y a mi patria a tomar mujer para mi hijo Isaac.»

Gén 24:5 Díjole el siervo: «Tal vez no quiera la mujer seguirme a este país. ¿Debo en tal caso volver y llevar a tu hijo a la tierra de donde saliste?»
Gén 24:6 Díjole Abraham: «Guárdate de llevar allá a mi hijo.
Gén 24:7 Yahveh, Dios de los cielos y Dios de la tierra, que me tomó de mi casa paterna y de mi patria, y que me habló y me juró, diciendo: "A tu descendencia daré esta tierra", él enviará su Ángel delante de ti, y tomarás de allí mujer para mi hijo.
Gén 24:8 Si la mujer no quisiere seguirte, no responderás de este juramento que te tomo. En todo caso, no lleves allá a mi hijo.»
Gén 24:9 El siervo puso su mano debajo del muslo de su señor Abraham y le prestó juramento según lo hablado.
Gén 24:10 Tomó el siervo diez camellos de los de su señor y de las cosas mejores de su señor y se puso en marcha hacia Aram Naharáyim, hacia la ciudad de Najor.
Gén 24:11 Hizo arrodillar al los camellos fuera de la ciudad junto al pozo, al atardecer, a la hora de salir las aguadoras,
Gén 24:12 y dijo: «Yahveh, Dios de mi señor Abraham: dame suerte hoy, y haz favor a mi señor Abraham.
Gén 24:13 Voy a quedarme parado junto a la fuente, mientras las hijas de los ciudadanos salen a sacar agua.
Gén 24:14 Ahora bien, la muchacha a quien yo diga "Inclina, por favor, tu cántaro para que yo beba", y ella responda: "Bebe, y también voy a abrevar tus camellos", ésa sea la que tienes designada para tu siervo Isaac, y por ello conoceré que haces favor a mi señor.»
Gén 24:15 Apenas había acabado de hablar, cuando he aquí que salía Rebeca, hija de Betuel, el hijo de Milká, la mujer de Najor, hermano de Abraham, con su cántaro al hombro.
Gén 24:16 La joven era de muy buen ver, virgen, que no había conocido varón. Bajó a la fuente, llenó su cántaro y subió.
Gén 24:17 El siervo corrió a su encuentro y dijo: «Dame un poco de agua de tu cántaro.»
Gén 24:18 «Bebe, señor», dijo ella, y bajando en seguida el cántaro sobre su brazo, le dio de beber.
Gén 24:19 Y en acabando de darle, dijo: «También para tus camellos voy a sacar, hasta que se hayan saciado.»
Gén 24:20 Y apresuradamente vació su cántaro en el abrevadero y corriendo otra vez al pozo sacó agua para todos los camellos.
Gén 24:21 El hombre la contemplaba callando para saber si Yahveh había dado éxito o no a su misión.
Gén 24:22 En cuanto los camellos acabaron de beber, tomó el hombre un anillo de oro de medio siclo de peso, que colocó en la nariz de la joven, y un par de brazaletes de diez siclos de oro en sus brazos,
Gén 24:23 y dijo: «¿De quién eres hija? Dime: ¿hay en casa de tu padre sitio para hacer noche?»
Gén 24:24 Ella le dijo: «Soy hija de Betuel, el hijo que Milká dio a Najor.»
Gén 24:25 Y agregó: «También tenemos paja y forraje en abundancia, y sitio para pasar la noche.»
Gén 24:26 Entonces se postró el hombre y adoró a Yahveh,
Gén 24:27 diciendo: «Bendito sea Yahveh, el Dios de mi señor Abraham, que no ha retirado su favor y su lealtad para con mi señor. Yahveh me ha traído a parar a casa del hermano de mi señor.»
Gén 24:28 La joven corrió a anunciar a casa de su madre todas estas cosas.
Gén 24:29 Tenía Rebeca un hermano llamado Labán. Este corrió donde el hombre, afuera, a la fuente.
Gén 24:30 En efecto, en cuanto vio el anillo y los brazaletes en los brazos de su hermana, y oyó decir a su hermana Rebeca: «Así me ha hablado aquel hombre», se llegó a donde él. Le encontró todavía junto a los camellos cerca de la fuente,
Gén 24:31 y le dijo: «Ven, bendito de Yahveh. ¿Por qué te quedas parado fuera, si yo he desocupado la casa y he hecho sitio para los camellos?»
Gén 24:32 El hombre entró en la casa, y Labán desaparejó los camellos, les dio paja y forraje, y al hombre y a sus acompañantes agua para lavarse los pies.
Gén 24:33 Después les sirvió de comer, pero el otro dijo: «No comeré hasta no haber dicho lo que tengo que decir.» A lo que respondió Labán: «Habla.»
Gén 24:34 «Yo soy, dijo, siervo de Abraham.
Gén 24:35 Yahveh ha bendecido con largueza a mi señor, que se ha hecho rico, pues le ha dado ovejas y vacas, plata y oro, siervos y esclavas, camellos y asnos.
Gén 24:36 Y Sara, la mujer de mi señor, envejecida ya, dio a luz un hijo a mi señor, que le ha cedido todo cuanto posee.
Gén 24:37 En cuanto a mí, mi señor me ha tomado juramento, diciendo: "No tomarás mujer para mi hijo de entre las hijas de los cananeos en cuyo país resido.
Gén 24:38 ¡Como no vayas a casa de mi padre y a mi parentela a tomar mujer para mi hijo...!"
Gén 24:39 Yo dije a mi señor: "¿Y si acaso no me sigue la mujer?"
Gén 24:40 Y él me dijo: "Yahveh, en cuya presencia he andado, enviará su Ángel contigo, y dará éxito a tu viaje, y así tomarás mujer para mi hijo de mi parentela y de la casa de mi padre.
Gén 24:41 Entonces quedarás libre de mi maldición, cuando llegues a mi parentela; y si no te la dieren también quedarás libre de mi maldición.»
Gén 24:42 Pues bien: llego hoy a la fuente y me digo: "Yahveh, Dios de mi señor Abraham, si en efecto das éxito a este mi viaje,
Gén 24:43 aquí me quedo parado junto a la fuente. La doncella que salga a sacar agua, y yo le diga: Dame de beber un poco de agua de tu cántaro
Gén 24:44 y ella me responda: Bebe tú, y voy a sacar también para tus camellos, ésa será la mujer que Yahveh tiene destinada para el hijo de mi señor."
Gén 24:45 Apenas había acabado de hablar conmigo mismo, cuando he aquí que Rebeca salía con su cántaro al hombro, bajó a la fuente y sacó agua. Yo le dije: "Ea, dame de beber",
Gén 24:46 y enseguida bajó su cántaro del hombro y dijo: "Bebe, y también voy a abrevar tus camellos." Bebí, pues, y ella abrevó también los camellos.
Gén 24:47 Yo le pregunté: "¿De quién eres hija?" Me respondió: "Soy hija de Betuel, el hijo que Milká dio a Najor." Entonces puse el anillo en su nariz, y los brazaletes en sus brazos,
Gén 24:48 y postrándome adoré a Yahveh, y bendije a Yahveh, el Dios de mi señor Abraham, que me había puesto en el buen camino para tomar a la hija del hermano de mi señor para su hijo.
Gén 24:49 Ahora, pues, decidme si estáis dispuestos a usar de favor y lealtad para con mi señor, y si no, decídmelo también, para que yo tire por la derecha o por la izquierda.»
Gén 24:50 Respondieron Labán y Betuel: «De Yahveh ha salido este asunto. Nosotros no podemos decirte está mal o está bien.
Gén 24:51 Ahí tienes delante a Rebeca: tómala y vete, y sea ella mujer del hijo de tu señor, como ha dicho Yahveh.»
Gén 24:52 Cuando el siervo de Abraham oyó lo que decían, adoró a Yahveh en tierra.
Gén 24:53 Acto seguido sacó el siervo objetos de plata y oro y vestidos, y se los dio a Rebeca. También hizo regalos a su hermano y a su madre.
Gén 24:54 Luego comieron y bebieron, él y los hombres que le acompañaban, y pasaron la noche. Por la mañana se levantaron, y él dijo: «Permitidme que marche donde mi señor.»
Gén 24:55 El hermano y la madre de Rebeca dijeron: «Que se quede la chica con nosotros unos días, por ejemplo diez. Luego se irá.»
Gén 24:56 Mas él les dijo: «No me demoréis. Puesto que Yahveh ha dado éxito a mi viaje, dejadme salir para que vaya donde mi señor.»
Gén 24:57 Ellos dijeron: «Llamemos a la joven y preguntémosle su opinión.»
Gén 24:58 Llamaron, pues, a Rebeca, y le dijeron: «¿Qué? ¿te vas con este hombre?» «Me voy», contestó ella.
Gén 24:59 Entonces despidieron a su hermana Rebeca con su nodriza, y al siervo de Abraham y a sus hombres.
Gén 24:60 Y bendijeron a Rebeca, y le decían: «¡Oh hermana nuestra, que llegues a convertirte en millares de miríadas, y conquiste tu descendencia la puerta de sus enemigos!»
Gén 24:61 Levantóse Rebeca con sus doncellas y, montadas en los camellos, siguieron al hombre. El siervo tomó a Rebeca y se fue.
Gén 24:62 Entretanto, Isaac había venido del pozo de Lajay Roí, pues habitaba en el país del Négueb.
Gén 24:63 Una tarde había salido Isaac de paseo por el campo, cuando he aquí que al alzar la vista, vio que venían unos camellos.
Gén 24:64 Rebeca a su vez alzó sus ojos y viendo a Isaac, se apeó del camello,
Gén 24:65 y dijo al siervo: «¿Quién es aquel hombre que camina por el campo a nuestro encuentro?» Dijo el siervo: «Es mi señor.» Entonces ella tomó el velo y se cubrió.
Gén 24:66 El siervo contó a Isaac todo lo que había hecho,
Gén 24:67 e Isaac introdujo a Rebeca en la tienda, tomó a Rebeca, que pasó a ser su mujer, y él la amó. Así se consoló Isaac por la pérdida de su madre.





En este pasaje encontramos que Abraham tenía un mayordomo, quien era su ciervo más viejo, de mayor confianza, tanto, que administraba todos sus bienes. Incluso le pide que busque una mujer para su propio hijo, bajo ciertas condiciones ya pre-establecidas.



Gén 43:16 José vio con ellos a Benjamin, y dijo a su mayordomo: «Lleva a esos hombres a casa, mata algún animal y lo preparas, porque esos hombres van a comer conmigo a mediodía.»
Gén 43:17 El hombre hizo como le había dicho José, y llevó a los hombres a casa de José.
Gén 43:18 Ellos se asustaron porque se les llevaba a casa de José, y dijeron: «Es por lo de la plata devuelta en nuestros sacos la otra vez, por lo que se nos trae acá, para ponernos alguna trampa, caer sobre nosotros y reducirnos a esclavitud, junto con nuestros asnos.»
Gén 43:19 Y acercándose al mayordomo de José le dijeron a la puerta de la casa:
Gén 43:20 «Por favor, señor, nosotros bajamos anteriormente a comprar víveres.
Gén 43:21 Pero resultó que cuando fuimos a hacer noche y abrimos nuestras talegas de grano, nos encontramos con que la plata de cada uno estaba en la boca de su talega, nuestra plata bien pesada, y la hemos devuelto con nosotros,
Gén 43:22 y además traemos con nosotros más plata para comprar víveres. Ignoramos quién puso nuestra plata en nuestras talegas.»
Gén 43:23 Díjoles: «La paz sea con vosotros, no temáis. Vuestro Dios y el Dios de vuestro padre os puso ese tesoro en las talegas. Vuestra plata ya me llegó.» Y les sacó a Simeón.



En el capítulo 43, encontramos en el mencionado pasaje que José tenía un mayordomo, y el mismo responde como si del mismo José se tratase, porque siendo una persona de confianza de José, conocía sus sentires.





1Re 4:6 Ajisur mayordomo; Eliab, hijo de Joab, jefe del ejército; Adoram hijo de Abdá, encargado de las levas.



En esta cita, encontramos que el Rey Salomón, tenía un MAYORDOMO, no sabemos lo que hizo porque únicamente está mencionado en esta cita, pero sí sabemos que David no tiene mención de tener un mayordomo. Bajo la mirada histórica según la Ley, el Rey David representa al Antiguo Testamento y el Rey Salomón al Nuevo Testamento, pues este último es quien construye un Templo para Dios, habiéndole negado Dios mismo su construcción al Rey David. Es decir, en el Nuevo Testamento, debe haber un Mayordomo, pues el Nuevo Testamento es quien construye el Templo.



Citas bíblicas para acompañar el último párrafo:

Jua 14:1 «No se turbe vuestro corazón. Creéis en Dios: creed también en mí.
Jua 14:2 En la casa de mi Padre hay muchas mansiones; si no, os lo habría dicho; porque voy a prepararos un lugar.
Jua 14:3 Y cuando haya ido y os haya preparado un lugar, volveré y os tomaré conmigo, para que donde esté yo estéis también vosotros.
Jua 14:4 Y adonde yo voy sabéis el camino.»
Jua 14:5 Le dice Tomás: «Señor, no sabemos a dónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?»
Jua 14:6 Le dice Jesús: «Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre sino por mí.
Jua 14:7 Si me conocéis a mí, conoceréis también a mi Padre; desde ahora lo conocéis y lo habéis visto.»
Jua 14:8 Le dice Felipe: «Señor, muéstranos al Padre y nos basta.»
Jua 14:9 Le dice Jesús: «¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros y no me conoces Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: "Muéstranos al Padre"?

Aclaratoria de este pasaje: cuando habla Cristo mismo de que va a preparar un lugar en casa de nuestro Padre, se trata del Nuevo Testamento. El Cuerpo de Cristo que se encuentra en el mismo. Es la construcción del Templo. Nuevo Testamento, consecuentemente, tiene un MAYORDOMO así como lo tuvo el Rey Salomón.

Asimismo, en este pasaje refiere a que quien ha visto a Cristo, ha visto al Padre mismo, para quienes digan que hay 2 conciencias distintas, este pasaje contradice esos dichos.



Luc 22:28 «Vosotros sois los que habéis perseverado conmigo en mis pruebas;
Luc 22:29 yo, por mi parte, dispongo un Reino para vosotros, como mi Padre lo dispuso para mí,
Luc 22:30 para que comáis y bebáis a mi mesa en mi Reino y os sentéis sobre tronos para juzgar a las doce tribus de Israel.
Luc 22:31 «¡Simón, Simón! Mira que Satanás ha solicitado el poder cribaros como trigo;
Luc 22:32 pero yo he rogado por ti, para que tu fe no desfallezca. Y tú, cuando hayas vuelto, confirma a tus hermanos.»



En el presente pasaje Cristo mismo anuncia que dispone un Reino para sus seguidores. Este Reino, debe permanecer el tiempo quiere decir, y si dispuso a los Apóstoles un Reino, hoy debe continuar el mismo. En los versículos 31 y 32 tenemos a Simón (quien luego sería el Primer Papa, el Mayordomo del Palacio, del Reino) con una promesa del mismo Cristo de que velaría por él, para que Satanás no lo ande zarandeando como lo haría con el resto.
Es decir, que en el Nuevo Testamento corresponde la presencia de un Mayordomo ante la ausencia del Rey que corresponde al período comprendido entre la resurrección de Cristo, hasta la 2da Venida. Siendo Cristo Sumo Sacerdote, y la clase levita del Antiguo Testamento pasan a ser los Obispos y presbíteros, bajo la guarda de un Mayordomo, pues Sumo y eterno sacerdote es Cristo únicamente.
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