
Hola a todos.
¿Quién no recuerda las siguientes palabras de Jesús en el templo después de derribar mesas y sillas porque su casa se había convertido en una cueva de ladrones?
(Mateo 21:15-16) «Al ver los prodigios que acababa de hacer y a los niños que gritaban en el Templo: "¡Hosana al Hijo de David!", los sumos sacerdotes y los escribas se indignaron y le dijeron: "¿Oyes lo que dicen estos?". "Sí, respondió Jesús, ¿Pero nunca han leído este pasaje: "De la boca de las criaturas y de los niños de pecho, has hecho brotar una alabanza"?"».
Claramente Jesús había hecho referencia a un salmo, concretamente al siguiente:
(Salmo 8:3) «con la alabanza de los niños y de los más pequeños, erigiste una fortaleza contra tus adversarios para reprimir al enemigo y al rebelde».
Este versículo contiene la palabra hebrea עֹז (ʽOz) y que aunque aquí es traducida como "fortaleza", tiene un significado primario que sería "fuerza y valor" y un significado secundario que sería "alabanza". Es decir, esta palabra hebrea capta la esencia de la historia del ejército de Dios que ganó sin necesidad de armas.
El rey Josafat se enfrentaba a las fuerzas armadas nada más y nada menos que de amonitas, moabitas y edomitas. Su país estaba en peligro de ser aniquilado pero este rey, junto a Jahaziel (el levita), tuvieron la idea de una táctica excepcional.
Al rey Josafat, y frente a este enemigo tan terrible, se le ocurrió lo que podría parecer a simple vista un suicidio: enviar a los cantantes de Jahaziel (levitas) a la batalla por delante de sus guerreros.
Me imagino a estos levitas con sus címbanos, arpas y liras, el sonido de trompetas y tambores infundiendo fuerza y valor a su ejército hasta que a lo lejos divisarían al ejército enemigo, momento en el que se uniría a esta melodía musical el sonido del castañear de los dientes de muchos levitas (debido al miedo por estar en primera fila).
Pero lo asombroso es que esta táctica funcionó. Quizás el castañeo de los dientes a los enemigos les pareciera que hasta los músicos se los querían "comer", pero fue sorprendente cuando estos empezaron a cantar y Dios a la vez empezó a confundir a los enemigos de Judá.
Fue tal la confusión que los amonitas y los moabitas atacaron a los de Seír, y acabaron con todos. Y después, se empezaron a enfrentar entre ellos (amonitas vs moabitas) y acabaron matándose unos a otros.
Así es como Dios venció sin necesidad de armas: alabanzas al Señor, fuerza y fortaleza para los suyos (2 Crónicas 20).
Alabemos con nuestras oraciones a nuestro Señor Dios quien nos da la fuerza y el valor necesario para que, en los momentos más adversos, tengamos Fe de que Él siempre sale victorioso.
Espero que les haya gustado esta curiosidad, y si quieren pueden dejar un comentario.
Que el Señor nuestro Dios Verdadero le bendiga a usted y a los suyos.
¿Quién no recuerda las siguientes palabras de Jesús en el templo después de derribar mesas y sillas porque su casa se había convertido en una cueva de ladrones?
(Mateo 21:15-16) «Al ver los prodigios que acababa de hacer y a los niños que gritaban en el Templo: "¡Hosana al Hijo de David!", los sumos sacerdotes y los escribas se indignaron y le dijeron: "¿Oyes lo que dicen estos?". "Sí, respondió Jesús, ¿Pero nunca han leído este pasaje: "De la boca de las criaturas y de los niños de pecho, has hecho brotar una alabanza"?"».
Claramente Jesús había hecho referencia a un salmo, concretamente al siguiente:
(Salmo 8:3) «con la alabanza de los niños y de los más pequeños, erigiste una fortaleza contra tus adversarios para reprimir al enemigo y al rebelde».
Este versículo contiene la palabra hebrea עֹז (ʽOz) y que aunque aquí es traducida como "fortaleza", tiene un significado primario que sería "fuerza y valor" y un significado secundario que sería "alabanza". Es decir, esta palabra hebrea capta la esencia de la historia del ejército de Dios que ganó sin necesidad de armas.
El rey Josafat se enfrentaba a las fuerzas armadas nada más y nada menos que de amonitas, moabitas y edomitas. Su país estaba en peligro de ser aniquilado pero este rey, junto a Jahaziel (el levita), tuvieron la idea de una táctica excepcional.
Al rey Josafat, y frente a este enemigo tan terrible, se le ocurrió lo que podría parecer a simple vista un suicidio: enviar a los cantantes de Jahaziel (levitas) a la batalla por delante de sus guerreros.
Me imagino a estos levitas con sus címbanos, arpas y liras, el sonido de trompetas y tambores infundiendo fuerza y valor a su ejército hasta que a lo lejos divisarían al ejército enemigo, momento en el que se uniría a esta melodía musical el sonido del castañear de los dientes de muchos levitas (debido al miedo por estar en primera fila).
Pero lo asombroso es que esta táctica funcionó. Quizás el castañeo de los dientes a los enemigos les pareciera que hasta los músicos se los querían "comer", pero fue sorprendente cuando estos empezaron a cantar y Dios a la vez empezó a confundir a los enemigos de Judá.
Fue tal la confusión que los amonitas y los moabitas atacaron a los de Seír, y acabaron con todos. Y después, se empezaron a enfrentar entre ellos (amonitas vs moabitas) y acabaron matándose unos a otros.
Así es como Dios venció sin necesidad de armas: alabanzas al Señor, fuerza y fortaleza para los suyos (2 Crónicas 20).
Alabemos con nuestras oraciones a nuestro Señor Dios quien nos da la fuerza y el valor necesario para que, en los momentos más adversos, tengamos Fe de que Él siempre sale victorioso.
Espero que les haya gustado esta curiosidad, y si quieren pueden dejar un comentario.
Que el Señor nuestro Dios Verdadero le bendiga a usted y a los suyos.