El siguiente es un extracto de un libro de autor católico, en el que se describen las diversas doctrinas pertenecientes al gnosticismo. Su significado, y las ideas. Como comentario de este sitio, debemos aclarar que muy probablemente haya tomado textos de sus orginales, su lectura causa impacto en el lector cual si se le predicara el gnosticismo (por eso elegimos este pasaje por mostrar más autenticidad que otras fuentes que hay en línea o autores contemporáneos).
Extracto del libro: Compendio de Historia de la Iglesia
Autor: Revmo. Sac. Dr. J. Marx, Prof. en el Seminario de Tréveris
IMPRIMATUR: Barcelona, 9 de Julio de 1926
NIHIL OBSTAT: El Censor, Ramón Llobedola, S. J.
La más peligrosa herejía de este período fue el Gnosticismo, Gnosis (del griego, “conocimiento revelado”) designa ya en el Nuevo Testamento, en oposición a la fe, un conocimiento más hondo de las verdades dogmáticas, el cual se afanaban los cristianos ilustrados por alcanzar desde el principio. Fuera de la religión judaica, también los paganos poseían sus sistemas filosóficos-religiosos y supersticiones (magia, astrología, teosofía), de los cuales tomaban los cristianos doctos las partículas de verdad en ellos contenidos y conformes con la revelación, y se servían de ellos para ilustrar la doctrina evangélica (Gnosis cristiana). Pero otros, demasiado adheridos a sus sistemas filosóficos, procuraban acomodar a ellos la doctrina de Cristo, modificándola y desnaturalizándola. Éstos fueron los gnósticos, cuya norma era: Primus intelligere, deinde credere y, según los sistemas de donde procedían, se dividieron en dos grupos: Gnosis griega y Gnosis persa o Maniqueísmo.
Las principales cuestiones de esta falsa Gnosis eran:
a) ¿De dónde procede el mal en el mundo?
b) ¿Cómo se originó la materia asiento del mal?
c) ¿Cómo se unen en el hombre la materia y el espíritu?
d) ¿Cómo se libra el espíritu de la materia (redención) y vuelve a Dios?
Algunos filósofos convertidos al Cristianismo, que se daban el nombre de gnósticos, tuvieron por insuficientes las soluciones que a estos problemas daba la fe cristiana, y buscaron la manera de complementarlas por medio del Filonismo, el Parsismo o Budismo; por el cual, los Padres de la Iglesia señalan como fuente del Gnosticismo las opiniones (philosophemata) de la Filosofía pagana.
Entre la abigarrada variedad y fantástica forma parte de los sistemas gnósticos descuellan algunas ideas fundamentales:
1) el dualismo, que admite dos principios de los seres: uno bueno, Dios, el abismo, el inapelable, inmutable, incognoscible, el ser por sí, y la materia designada, ya como no ser, ya como principio del mal. Consecuencia de este segundo concepto era, a) el Docetismo, que atribuía a Cristo un cuerpo aparente, por no ser posible que el Logos se uniera con la materia mala; b) la ascesis física puramente, la cual procuraba extenuar el cuerpo ya por la abstinencia, ya por los excesos sexuales
2) La teoría de los Eones. Las ideas de Platón, personificadas por el Filonismo, los suponen proceder por emanación del Bhytós, y forman un reino intermedio entre Dios y el mundo visible (Pleroma)
3) La teoría del Demiurgo. Como Dios no puede tener contacto con la materia mala, un Eón hubo de formar el mundo con la materia eterna, contra la voluntad de Dios; pues así se promovía el señorío de la materia mala. Este Demiurgo es (para algunos) Jehová, el Dios del Antiguo Testamento. Los más gnósticos egipcios coligieron de ahí que los Mandamientos, como procedentes del Demiurgo, enemigo de Dios, son malos, y hay que obrar contra lo que prescriben (Antinomismo).
4) La redención del alma humana sólo puede consistir en librarse de la materia, lo cual obró Cristo solamente por medio de su doctrina. Unos enseñaban que la muerte de Jesús fue aparente, otros que el Eón Cristo desamparó antes al hombre Jesús.
5) La profesión de una doctrina esotérica. Los gnósticos, entendiendo su contrariedad contra la doctrina de la Iglesia, decían que los Apóstoles habían enseñado una doctrina secreta para los escogidos, y era la que ellos poseían, y la de la Iglesia era sólo para los hombres rudos, que no pudiendo entender la gnosis, habían de contentarse con la fe. De ahí la división de los hombres en tres clases: gnósticos o espirituales, que poseían la plenitud del Espíritu y del conocimiento; los psíquicos (católicos) que no pasaban de la fe, y los materiales (hylicos) que eran los gentiles, privados de la fe y de gnosis y sometidos a la materia. - En la explicación de la Sagrada Escritura se acogían a los métodos alegóricos, y desechaban los libros que les contrariaban más abiertamente, Al mismo tiempo estimaban en general y practicaban la Astrología y la Magia, .. Los comienzos del Gnosticismo alcanzan a los últimos días de los Apóstoles; pero su florecimiento fue elegido en el siglo II; y el haberlos la Iglesia vencido, es argumento de su divina institución, digno de ponerse al lado del martirio.
I. Muchos de los gnósticos fueron hombres de ciencia, y produjeron una copiosa literatura, pero se ha perdido casi todo, salvo pocos libros ofitas, conservados en su versión cóptica, como la Pistis Sophia y dos escritos del Papyrus Brucianus. Principalmente Valentín y sus discípulos, los ofitas, Carpocracianos y Marción, escribieron muchos tratados sobre sus sistemas, homilías sobre la Escritura, himnos (Basilides), etc. innumerables libros apócrifos del Nuevo Testamento son de origen gnóstico, pues casi cada secta tenía su Evangelio apócrifo, ya formado con fragmentos de la Sagrada Escritura, ya del todo inventados. Estos trataban particularmente de la Niñez de Jesús y de su predicación después de resucitado (que algunos hacían durar once años), o de la predicación de algún Apóstol particular. Hay evangelios de Basilides, de Apeles, de Valentín (Ev. de la verdad), de María, de Judas (de los Cainitas), etc. Marción formó para sus secuaces un Nuevo Testamento que contenía transformados el Evangelio de San Lucas y diez cartas de San Pablo.
II) Precursores del Gnosticismo fueron: a) Simón Mago, de Gitthom de Samaria, llamado por los Padres antiguos, “Padre de todos los herejes”. Habiendo alcanzado en Samaria mucha fama con la magia, se hizo bautizar por el diácono Felipe y quiso comprar a San Pedro, la facultad de comunicar los carismas del Espíritu Santo (simonía). Acompañado de una mujerzuela, Helena de Tiro, anduvo como goeta por muchos países, y aún en Roma alcanzó gran prestigo y honores divinos. Hacíase pasar por una manifestación del Dios supremo, una fuerza de Dios, por el Logos o el Paráclito. Siguiendo a Filón, hacía proceder de Dios la Ennoia, y de ésta los demás espíritus que fabricaron el mundo y aprisionaron la Ennoia en la materia. Finalmente vino a hallarse en Helena, y había de ser libertada por Simón. Para la salud sólo se requiere la fe en Simón y en Helena. La diferencia entre el bien y el mal es una invención del Demiurgo que engañó a los hombres para tenerlos cautivos (perfecto Antinomismo). - De los escritos de Simón no se conservan sino fragmentos, su escuela duró en Roma y en Siria hasta el siglo III. Sus discípulos Menandro y Dositeo se dieron por Mesías y formaron escuela. El segundo mandaba guardar la Ley mosaica. A esta secta se le atribuye el Liber quathor angulorum et cardinalum mundi y el Kerygma Petri, - b) Fueron sin duda gnósticos los herejes de Éfeso que combatió San Pablo (1Tim 4, 2 – 2Tim 2,17), pues profesaban la teoría de los Eones, vedaban el matrimonio y prohibían ciertos manjares. - c) Los Nicolaitas y Bileamitas de Éfeso, Tiatira y Pérgamo (Apoc 2, 6, 15, 20, 24) practicaban el aninomismo de las relaciones sexuales, apoyándose (sin razón) en el diácono Nicolao. - d) Eran asimismo gnósticos los herejes que dividían a Cristo (1Jn 4, 3) esto es, ponían en él dos seres: el Eón Cristo y el hombre Jesús. - e) Cerinto, contemporáneo de San Juan Evangelista, enseñó el Ebionismo y un grosero Milenarismo, mezclando ideas gnósticas acerca del origen del mundo formado por un Eón. El Eón Cristo descendió en el Bautismo sobre el hombre Jesús y le abandonó antes de la crucifixión.
III) La Gnosis griega se dividió, en la época de su pujanza, en dos ramas, la egipcia y la siríaca, dentro de cada una de las cuales sus principales representantes formaron muy diversos sistemas y escuelas.
a) La Gnosis egipcia, tuvo su asiento en Alejandría, y por Filón se enlaza con los Platónicos. Combate el Antiguo Testamento y profesa el más declarado Antinomismo. El primero de sus maestros fue Basilides, el cual enseñó en Alejandría entre 120 y 140. Su oscuro sistema ha descrito muy diversamente por San Irineo y los Philosophumena. Su hijo Isidoro siguió su secta, la cual duró hasta cerca del año 400. -El sistema más elaborado fue el de Valentín, quien estuvo en roma veinte años (140-160).
El mundo de los eones consta de quince parejas, de uno bueno (masculino) y otro malo (femenino). El menor de éstos, por desordenado apetito de conocer a Dios, cayó y fue arrojado del Pieroma. Finalmente engendró al Demiurgo, quien formó el mundo inferior con elementos psíquicos e hylicos. A la escuela de Valentín pertenecieron Segundo, Tolomeo, Heracleón y el mago y seductor Marcos. - La Gnosis ofita reconoce en la serpiente (Gen 3, 1) la reveladora del conocimiento de Dios, contra los conatos del Demiurgo de esconderlo a los hombres. La secta es antinomista y enemiga del Antiguo Testamento. A ella pertenecen los Naasenios (adoradores de la serpiente), los Cainitas, que miran a Caín y a los otros hombres malos del Antiguo Testamento, como pneumáticos y mártires de la verdad; los Sethitas, que consideran a Seth como padre de los pneumáticos, a Caín de los hylicos y a Abel de los psíquicos, los Perotas, que reclaman para sí solos la inmortalidad. - Carpócrates de Alejandría enseñaba las transmigraciones de las almas caídas de la esfera de atracción del supremo Dios. Cristo, hijo de José, redimió a los hombres, porque les comunicó sus recuerdos del tiempo anterior a la caída de su alma. Se exige a todos desprecien al Demiurgo: la diferencia entre el bien y el mal sólo estriba en las opiniones humanas. El efecto de esta doctrina fue la comunidad de mujeres y la más espantosa inmoralidad, sobre todo entre los Adamitas.
b) La Gnosis siríaca, acentuó más el dualismo de la egipcia, profesó el diocetismo, no fue hostil al Antiguo Testamento y siguió el rigorismo moral. Tuvo su asiento en Antiquía.- Saturnilo, discípulo de Menandro (lo mismo que Basilides), enseñaba que el mundo había sido fabricado por los espíritus de los siete planetas, uno de los cuales es el Dios de los judíos, y profesaba el docetismo y el rigorismo. El matrimonio y la procreación son invenciones de Satanás. - Bardesanes, principal representante de la gnosis siríaca (180-190) y su hijo Harmonio, procuraron difundir su herejía por medio de inspirados himnos. - Los Encrafitas exageraban el rigorismo gnóstico. Prohibían la carne, el vino y el matrimonio, y aun en la misa no usaban sino agua, por lo cual se los llamó “acuarios”. Mírase como su fundador al apologista Taciano. - Marción era hijo del obispo de Sinope del Ponto. Excomulgado por su padre, fue hacia el año 140 a Roma, donde San Policarpo le contestó: “Te conozco, hijo primogénito de Satanás” (m. 165). Rechazado también en Roma, se juntó con el gnóstico Cerdón y fundó una secta que tenía sus obispos y presbíteros, la cual se extendió mucho y duró hasta el siglo V. Mirando, como revelación del Nuevo Testamento, solamente la doctrina de San Pablo sobre la gracia, oponía crudamente la Ley y el Evangelio, el Antiguo Testamento y el Nuevo, el Dios iracundo del primero, y el Dios benigno del segundo, como personas diferentes. Estas oposiciones las expuso en su “Antítesis”, libro simbólico de la secta. Rechazó la Sagrada Escritura del Antiguo Testamento y formó una nueva Biblia. Afirmaba que los judaístas habían corrompido la revelación de Cristo y transformado al Dios benigno en el iracundo (como Lutero). La Encarnación y la muerte de Cristo eran apariencias. Pero Marción nada dice de los eones y rechaza la interpretación alegórica de la Escritura.
IV) La Gnosis persa o maniqueismo tuvo por fundador a Manes o Mani (200-277), hijo de un mogtasilah de Babilonia (según las fuentes árabes) y educado en su secta. Lo propio que Mahoma, afirmó haber sido llamado por un ángel a fundar su religión, la cual formó con elementos del Parsismo y Budismo y algunas formas del Cristianismo; bien que es, de todas las herejías gnósticas, la que menos tiene de cristiana. Con deseo de hacer su religión universal, viajó Manes por diversos países y luego la propagó en Persia; pero el rey Bahram le mandó desollar vivo en 277. También sus partidarios fueron perseguidos en Persia, en el Imperio romano por Dioclesiano y en África por los vándalos; a pesar de lo cual la secta se difundió en Oriente y Occidente, y aún en roma era vigorosa en tiempo de San León I, y se conservó hasta la Edad Media. Atraía a muchos con la apariencia de ascesis, la promesa de una elevada sabiduría y el misterio de su culto esotérico, acompañado de liviandad (San Agustín). – En el sistema de Mani el Dualismo se manifiesta en todo su desarrollo: hay dos reinos, de la luz, o de Ormuz, y de las tinieblas con Ahrimán (Satán) y ambos con sus eones. En la lucha de ambos se sustrajeron al primero algunas partículas de luz que se juntaron con la materia para formar el alma del mundo (Jesus patibilis). Con las partículas de luz sumidas en la materia y restablecer así los límites de ambos imperios. Ahrimán formó los dos primeros hombres, cuyas almas son partículas de luz, y persuadió la procreación, la primera culpa, para dispersar así más la luz e imposibilitar su liberación. Por el contrario, el Jesus impatibilis se presentó en la tierra en un cuerpo aparente y murió aparentemente en la cruz, y enseñó los tres sellos, por medio de los cuales hay que redimir la luz de las almas: el signaculum manus (abstención del trabajo servil), el s. oris(abstención de vino y carne, manjares impuros) y el s. sinus(abstención de procrear, aunque no del uso sexual). Luego que la redención se haya terminado, el mundo se abrasará en un incendio, y los reinos quedarán para siempre separados. Mani era el prometido Paráclito que debía restaurar la doctrina de Jesús, falseada por los Apóstoles. Rechazaba del todo el Antiguo Testamento y parte del Nuevo, y al contrario, admitía libros apócrifos. Él mismo escribió un Evangelio ilustrado con figuras, el “Ertenki Mani”. Además, dice Sócrates que escribió el Libro de los misterios, el de las Cosas principales, el Tesoro (de la vida) y el Evangelio.
No se contentó Manes, como los otros gnósticos, con enseñar una doctrina esotérica, sino opuso a la Iglesia otra iglesia, visible, de la cual él y sus sucesores son la cabeza, y hay además 12 magistri, 72 episcopi, y presbíteros y diáconos. Los secuaces se dividen en electi y audientes o catecúmenos. Éstos no están obligados a guardar los tres sellos (signacula), pero habrán de pasar por una transmigración de las almas. Por lo menos para los electi, había una manera de bautismo con óleo, y una Cena con agua. La fiesta principal era el aniversario de la muerte de Manes, que llamaban “Bena”.